La importancia de conocer la causa del desajuste En un escenario ideal, nadie debería verse en la necesidad de reunificar sus deudas, pero en el mundo real muchas personas pasan por momentos difíciles al producirse un desajuste entre sus ingresos y sus gastos. Si este desequilibrio responde a una situación puntual (enfermedad, pérdida de empleo), reunificar deudas puede ser una solución. Si el sobreendeudamiento refleja un problema estructural de mala gestión personal, puede conducirnos a un escenario mucho más grave (embargo de vivienda).
Información para decidir Si decidimos reunificar nuestras deudas en un solo crédito hipotecario, debemos en primer lugar conocer la situación real de nuestra economía, cuántas son nuestras deudas y cuál es su alcance. También debemos actualizar la información registral, jurídica y económica de nuestra vivienda, en el caso de que vayamos a utilizarla para el nuevo crédito. Si ya estamos hipotecados, debemos saber al detalle el estado actual de la hipoteca, y las condiciones contractuales de la misma.
Solicitar el análisis de un experto Si hemos acudido a un intermediario financiero para que se haga cargo de nuestro caso, este analizará nuestra situación concreta y recopilará los documentos e información necesarios, para a continuación presentarnos un estudio de viabilidad y recomendarnos entre las distintas opciones posibles la que mejor responda a nuestras necesidades y circunstancias. Los intermediarios nunca deben trabajar en exclusiva para una sola entidad bancaria, sino que deben ser independientes y manejar datos de diversas fuentes.
Negociación: resultados versus comisiones A continuación, entraríamos en una fase de negociación con la entidad elegida para conseguir las mejores condiciones posibles en la operación financiera que estemos llevando a cabo, sea la compra de una vivienda, la subrogación de una hipoteca o reunificar nuestras deudas en un préstamo hipotecario. Si quien realiza la negociación es un profesional, esto debe conducirnos a la obtención de mejores resultados, que justifiquen sus honorarios y nos ahorren un tiempo precioso.
Varias opciones donde elegir Por lo general, un broker o intermediario financiero negociará con distintas entidades bancarias o de capital privado para conseguir presentar a su cliente varias opciones para reunificar su deuda, y para intentar obtener así unas mejores condiciones de cada una de ellas. Su cometido consistirá en mediar entre las necesidades y circunstancias del cliente y las entidades de crédito, y hacer valer su conocimiento de un ámbito complejo en el que entran en juego muchos factores.
Aceleración de gestiones Las funciones de asesoramiento deben ser por tanto una parte fundamental del trabajo desarrollado por los intermediarios financieros, y un valor añadido a su papel negociador a la hora de decidirnos por contar con la ayuda de un profesional. Una vez llegado a un acuerdo con una entidad de crédito, se encargará de la preparación de los documentos necesarios y de la gestión de los mismos. Estos trámites suelen incluir pesadas y confusas gestiones burocráticas que un intermediario nos facilitará.
Banco versus intermediador bancario Ante la necesidad de reunificar nuestras deudas, podemos acudir directamente a nuestro banco para exponer nuestro caso y buscar una solución. O bien podemos acudir previamente al asesoramiento de un profesional. Pero siempre es recomendable informarse muy bien antes de dar ningún paso, y conocer los derechos que como usuarios tenemos tanto al contratar un préstamo hipotecario con una entidad bancaria, como al requerir los servicios de un intermediario financiero que negocie por nosotros.
Sector regulado desde el 2009 Los préstamos hipotecarios concedidos por bancos y cajas de ahorros tradicionales están regulados por leyes distintas a las que rigen el sector de las empresas intermediarias de reunificación de deuda y las de capital privado. Este último ámbito vivió un boom durante los años 2005-2008, aproximadamente, con la proliferación de empresas que ofrecían milagrosos servicios de reunificación de deudas sin establecer con claridad sus condiciones. Desde 2009, una ley regula el sector. |