La figura del intermediario Reunificar nuestras deudas en una sola es una operación financiera compleja en la que entran en juego numerosos elementos a tener en cuenta. Desde el tipo de interés a pagar en el nuevo préstamo hasta la duración del mismo, pasando por los gastos que conllevará el proceso (penalización por cancelación anticipada de hipoteca, comisiones de apertura, gastos notariales, impuestos). Por eso muchas personas recurren a la figura de un intermediario que negocie por ellos con los bancos.
Intermediación con 30 entidades financieras Una de estas entidades es la Agencia Negociadora, inscrita en el Registro Estatal de Empresas y especializada en la búsqueda de la mejor financiación para sus clientes. Se define como una compañía independiente, y que maneja información de más de 30 entidades financieras, nacionales e internacionales, todas ellas bajo el control del Banco de España. Nos ofrece la opción de negociar por nosotros con dichas entidades para conseguir reunificar nuestras deudas de una manera ventajosa.
Estudio previo gratuito La Agencia Negociadora incluye entre sus servicios la posibilidad de solicitar un estudio previo de nuestra situación económica. Tal servicio es gratuito y se nos garantiza expresamente que no nos obliga a contratar ninguna prestación posterior si no lo deseamos. Si decidimos reunificar nuestras deudas en un único préstamo de carácter hipotecario, ejercen como intermediarios para conseguir las condiciones que más nos convienen, con el objetivo primero de reducir la cuota mensual a pagar por las distintas deudas.
Pendiente de aclarar los gastos implicados En su web explican cómo una operación de este tipo implica diversos gastos que han de tenerse en cuenta, pero no especifica cuáles serían sus honorarios, ni desde qué momento del proceso nos cobrarían por sus servicios. Recomendamos aclarar este punto antes de cerrar cualquier acuerdo con esta o con cualquier otra entidad de mediación financiera. Reunificar nuestras deudas ha de ser un recurso que nos facilite la vida, no una condena a largo plazo. |